RESPUESTA AL DR. ANTONIO PANESSO FRENTE A LA DISCRIMINACIÓN DEL FUNDAMENTALISMO EN LA DEMOCRACIA

26.05.2011 00:47

RESPUESTA AL DR. ANTONIO PANESSO

FRENTE A LA DISCRIMINACIÓN

DEL FUNDAMENTALISMO

EN LA DEMOCRACIA

 

 

Sí podemos imaginar, Dr. Panesso, y no solo imaginar, sino también comprobar y aprobar, que en nuestra sociedad moderna también el fundamentalismo tenga espacio, arrastre y poder; ¿por qué no? ¿acaso no se pretende “abierta” y “culta” la sociedad moderna? Y si se dice abierta, ¿cómo no tener también en ella voz y voto el fundamentalismo? Y si se dice culta, ¿cómo ignorar la erudición fundamentalista? ¿O es que despacharemos tan olímpicamente a los grandes pensadores y científicos fundamentalistas, por la simple razón de que parte del pueblo sea alimentado por el fundamentalismo? Sobre esa base se podría despachar también a la erudición apóstata, identificándola con la apostasía popular; lo cual, claro está, también en este caso sería improcedente.

 

Entre el fundamentalismo y la apostasía no existe una relación de ignorancia a erudición, pues hay eruditos en ambos bandos. La opción fundamentalista, o la opción apóstata, no dependen de la erudición o de la ignorancia, sino que son problemas personales.

 

En ningún momento el fundamentalismo está prohibiendo a las personas que se atosiguen de herejías y de hechicerías, si así lo quieren; pero sí tiene derecho el fundamentalismo a resistir la dictadura que pretende forzar contra sus conciencias y las mentes de sus hijos las opciones de la apostasía.

 

Los problemas particulares de fe, en cuanto al fundamentalismo de Jesucristo y de la Biblia, no son asunto de erudición o ignorancia, pues repito que hay numerosos eruditos fundamentalistas que, ante los mismos datos, se mantienen firmes, y es más, hasta confirmados en su fe fundamentalista, que fue y es la Fe de Jesucristo. El hecho de que a ciertas personas les parezca contradictorio y legendario lo que a  Jesucristo le pareció cierto e inquebrantable, no significa que todos tengan que someterse a la dictadura de esas apreciaciones personales que se pretenden exclusiva, cerrada y dogmáticamente científicas, olvidando que numerosos científicos en todas las áreas de la ciencia y del pensamiento retienen la Fe de Jesucristo.

 

Que se haya dado el caso del juicio de Scopes o “expediente del mico”, significa más bien que el fundamentalismo ha tomado su derecho, respaldado en su propia erudición, levantándose contra la dictadura del dogmatismo apóstata. El fundamentalismo nada tiene que ver con Reagan, pues se haya en los cinco continentes desde tiempos remotos, y tiene sus eruditos exponentes en muchas latitudes y bajo distintas situaciones políticas y socio-económicas.

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Gino Iafrancesco V., 1987, Bogotá D.E., Colombia. Respondiendo un artículo anticristiano del Dr. Antonio Panesso en su columna del periódico El Espectador, unos breves días antes del asesinato del Dr. Guillermo Cano.