ILUSTRACIÓN PRÁCTICA DE EDIFICACIÓN Y GUERRA
EDIFICACIÓN Y GUERRA
Capítulo 3
ILUSTRACIÓN PRÁCTICA
Concédanme unos minutos para compartir un poquito más acerca de lo que hemos estado charlando en estas dos mañanas pasadas del viernes y del sábado. Avanzaríamos un poquito. Quisiera presentar algunas consideraciones a los hermanos, recordar juntos algunos versos que hemos leído ya. Tengo en mi corazón llamar la atención de una manera más detenida sobre ciertos versos en relación con la guerra, y lógicamente con la edificación; porque peleamos la guerra para que el reino de Dios sea edificado. La intención mía no es tomar todo el tiempo, sino la parte necesaria hasta donde el Espíritu dé, pero dejar entonces abierto para que los hermanos enriquezcan también, reelaboren y mutuamente nos edifiquemos.
Espectáculo.-
Entonces, para dar continuidad, quisiera que me acompañaran mis hermanos en el Libro de Job. En éste libro vamos a abrir inicialmente en el primer capitulo. Quiero llamar la atención solo sobre algunos aspectos. Sé que este precioso libro es muy profundo y hay mucha tela que cortar de él. No es mi intención lógicamente hacer una exégesis detenida, exhaustiva, sino solamente llamar la atención a algunos aspectos específicos de este primer capítulo, y en relación con lo que hemos venido conversando y considerando juntos acerca de la guerra.
Voy a leer en el capítulo 1, desde el verso 7; Job 1:7. “Y dijo Jehová a Satanás: ¿De dónde vienes?...” No es que Dios no lo sepa, sino que Dios quiere hacerle tomar conciencia a Satanás de algunas cosas. “...Respondiendo Satanás a Jehová, dijo: De rodear la tierra y de andar por ella”. Bueno, supongo que un espíritu que puede rodear la tierra y andar por ella, puede andar también por la luna, por Saturno, por Plutón.
La palabra del Señor nos dice en la primera a los Corintios que nosotros, la iglesia, somos espectáculo; no solo al mundo, sino también a los ángeles; y no solo a los ángeles escogidos, sino también a los ángeles caídos. Es como si nosotros, aquí en esta tierra, fuéramos el acuario; y desde aquella dimensión donde están los ángeles de Dios y los caídos también, estuvieran mirando al acuario, a los pececitos de colores, cómo suben, cómo bajan, cómo nadan. Estamos siendo observados por una gran nube de testigos (Heb.212:1). Debemos tener conciencia de que no solamente nos ven los hombres, no solo Dios nos ve, sino que los espíritus también nos ven. No que sean omniscientes como Dios, pero sí tienen mucha libertad para ver.
Y justamente este asunto de la guerra se pelea en el corazón, se pelea en la mente, se pelea en el espíritu. Lo que nosotros aquí no vemos fácilmente, ellos sí lo ven fácilmente. Cuando los hijos de Esceva, según los Hechos de los apóstoles 19:13-20, dijeron a un espíritu malo que saliera en el nombre del Jesús que predicaba Pablo, el espíritu malo dijo: a Jesús conozco, y sé quién es Pablo; pero vosotros, ¿quiénes sois? También sabía, pues, quiénes eran ellos, los hijos de Esceva; pero vosotros, ¿quiénes sois? No que no lo supiera; sino porque sabía; por eso es como si dijera: ustedes no son como Jesús, ni como Pablo. Ustedes no pretendan venir aquí a hablar en el nombre de Jesús sin Jesús y a mencionar a Pablo, cuando ustedes son tan distintos. Conozco quién es Jesús y sé quién es Pablo.
Acusación.-
La guerra se pelea en ese ámbito. Y bueno, aquí en el Libro de Job viene el diablo de rodear la tierra. “Y Jehová dijo a Satanás, verso 8, ¿No has considerado a mi siervo Job?” Desde ahí se puede considerar, se puede observar, que no hay otro como él en la tierra, varón perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal?” Le dice Dios a Satanás -: ¿ y en la tierra no te diste cuenta de Job?- Ah!, El acusador de los hermanos, que eso implica, como enlodador, la palabra “diablo”, y que así se le llama a Satanás en Apocalipsis 12:9. “Respondiendo Satanás a Jehová, dijo: ¿Acaso teme Job a Dios de balde? ¿No le has cercado alrededor a él y a su casa y a todo lo que tiene? Al trabajo de sus manos has dado bendición; por tanto, sus bienes han aumentado sobre la tierra.” Estaba acusando a Job de amar a Dios por los bienes. Y aquí está confesando una cosa curiosa Satanás. Claro que Satanás se había dado cuenta de Job; y a lo mejor había querido hacer algo contra él; pero había un cerco alrededor de Job.
Cerco, permiso y prueba.-
Quiero llamarles la atención a algunos detalles. Un detalle de ellos es este cerco. Dice acá: “¿No le has cercado alrededor a él y a su casa y a todo lo que tiene?” Las cosas no estaban solamente allí; Job no estaba solo allí; la familia de Job no estaba sola; la casa de Job no estaba sola; ni estaban solos los negocios de Job. Dios había establecido un cerco alrededor de Job, de su familia, de su casa, de sus bienes y de todo lo que tenía. Un cerco. Un cerco protector para impedir el avance del perverso, del maligno, del destructor.
Pero Dios le hizo una pregunta a Satanás; Dios sabía con qué iba a salir Satanás, Dios no fue sorprendido. Dios quería demostrarle a Satanás que no era lo que él pensaba. Y dice Satanás: “Pero extiende ahora tu mano y toca todo lo que tiene, y verás si no blasfema contra ti en tu misma presencia”. Ese fue el desafío que le puso Satanás a Dios. Extiende tu mano; como quien dice, dame permiso de cruzar ese cerco que tú le tienes, y yo te voy a demostrar que ese es mío y no tuyo.
Hermanos, esta es la guerra; y a veces Dios da esos permisos. Jesús dijo: “Simón, Simón, Satanás os ha pedido para zarandearos como a trigo (Lc.22:31); y el Señor sabía lo que le iba a pasar; pero no se lo mencionó así en ese momento; en otro sí; mas ahora le dijo: “pero yo he rogado por ti, que tu fe no falte”; que a pesar de la zarandeada y de tu propia caída, porque Yo he rogado por ti, que tu fe no falte, “y tú, una vez vueltto, confirma a tus hermanos” (v.32). Cuando vuelvas; o sea, vas a levantarte porque he rogado por ti, y mi Padre me oye en todas las cosas que le pido; cuando vuelvas, confirma a tus hermanos.
Qué importante son para el Señor estas cosas que el mundo no sabe que existen; confirma a tus hermanos. El mundo conoce de cuentas bancarias, de tarjetas de crédito, de posesiones, de títulos; pero eso no es lo que confirma; mas tenga fe en Dios, confianza en Dios en medio de todo, y aun confianza en Dios después de la propia caída; porque Dios nos ama con amor incondicional. Que tu fe no falte, para que puedas levantarte de nuevo, y a pesar de que caíste, cuando te levantes, por mi amor, por mi gracia, vas a poder confirmar a los hermanos en la fe y en el amor. Suceden estas cosas.
Oportunidades para los espíritus.-
Dios sabe por dónde va Satanás, y a veces Dios les da, por permiso, oportunidades a los espíritus. En el libro de los Reyes, se nos cuenta que una vez que el profeta Elías hizo una profecía acerca de Acab, y acerca de Jezabel, y profetizó Elías que a Jezabel se la iban a comer los perros y que iban a lamer su sangre, y que Acab también moriría. Bueno, nos cuenta el libro de los Reyes, que escribió el profeta Jeremías, y que tenía varias fuentes, y que él también era profeta, que a otro profeta que se llamaba Micaías hijo de Imla, Dios le abrió los ojos para mostrarle una escena detrás de bambalinas; una escena en el ámbito espiritual del mundo invisible; para nosotros invisible. Nosotros no somos invisibles para ellos. ¿No has visto a mi siervo Job? Satanás sí veía. Nosotros somos para ellos visibles; solamente ellos son para nosotros la mayoría de las veces, no siempre, invisibles. Mas Dios le abrió los ojos a Micaías y le reveló una escena en ese mundo espiritual, así como ésta que aparece en el libro de Job. Y dice que había varios espíritus delante de Dios, unos fieles y otros infieles. En el libro de Job también se dice que vinieron los hijos de Dios, los ángeles, hijos de Dios, a presentarse delante de Dios, y entre ellos vino también Satanás. Y ahí fue cuando le preguntó, ¿de dónde vienes?; él estaba entre los hijos de Dios.
Y allá había una escena de Dios y varios espíritus, relacionada a las escenas de la tierra; porque la gran película que se ve en el cielo es la película de lo que acontece en la tierra. Entonces preguntó Dios qué idea proponían para que la palabra que había profetizado Elías se cumpliera. Mire cuán democrático es Dios; les permitió hacer proposiciones a muchos espíritus, para sugerir cómo cumplir la palabra que profetizó Elías. Dios es así; Él creó creaturas para que sus creaturas participen; ese es el carácter de Dios. Y había distintas propuestas. Unos decían una cosa, otros decían otra cosa; y de pronto un espíritu maligno, un espíritu del infierno pidió la palabra, y Dios le dio la palabra, como cuando Satanás le pidió permiso a Dios para zarandear a Simón, o como aquí el acusador de los hermanos, queriendo acusar a Job, también pidió permiso de quitar ese cerco que había, para pretender demostrar a Dios que Job era más de Satanás que de Dios. Y Dios le dió permiso a esos espíritus malignos. La Biblia habla, incluso, de espíritus malignos enviados de parte de Jehová; como aquel que atormentaba a Saúl. Ellos no podrían hacerlo si Dios no les diera permiso.
Y aquel espíritu maligno levantó la mano y pidió permiso y propuso: yo voy a ser, dijo, espíritu de mentira en la boca de los profetas, y lo vamos a inducir para que suba a Ramot de Galaad, y allá va a morir. Y dijo Dios: tú vas a conseguir que eso sea así. Porque Dios conoce de todas las tácticas que proponían, tanto los ángeles del cielo o del infierno, cuál era la que iba a dar efecto con Acab y con Jezabel. Entonces le dijo al espíritu malo: Tú lo conseguirás. Porque Dios es omnisciente y también le dio permiso: ve, pues, y hazlo así. Y salió ese espíritu, y empezaron aquellos profetas a profetizar, y Acab les creyó la profecía, que era falsa, que era de aquel espíritu maligno; pues hay espíritus de demonios operando en el ambiente religioso; y engañado fue el rey Acab, y subió a Ramot de Galaad, y allí murió, y se cumplió la profecía de Elías. Fíjense en que Dios, para cumplir las profecías, le da permiso, incluso, a los demonios. Hermano, es necesario que en esta guerra nosotros conozcamos cómo se mueven las cosas en esa dimensión, y cómo somos probados, y como, a veces, Dios permite que los espíritus vengan a molestarnos.
Una ilustración personal.-
Ustedes me perdonarían que les cuente algunas ilustraciones personales, y también sobre otros hermanos; no para establecer doctrina, no. La doctrina solo la establecemos de la Palabra; pero para poder contar algunas ilustraciones para nuestra vida cotidiana.
A veces, yo creo que también a ustedes les habrá sucedido de vez en cuando, tú percibes que el Señor te despierta, a lo mejor puede ser por un toquecito, por ahí a las cuatro de la mañana, o a las cinco de la mañana; o si estás alargando demasiado la siesta, te despierta un poquito, y te das cuenta de que es un toque para que te despiertes y busques al Señor. Y a veces son los ángeles del Señor; creo que la mayoría de las veces son los ángeles del Señor los que nos dan ese toquecito, por ejemplo aquí al costado, o en la punta del pie, para que estemos alertas. Pero me sucedió una vez, que yo, de perezoso, no me quería levantar de mi sueño. Hermanos, y entonces Dios le dio permiso a un demonio para que fuera precisamente un demonio el que viniera a despertarme, ya que no me había querido levantar antes.
Y también me dejó ver en sueños al demonio viniendo feliz de haber recibido permiso para venir a despertarme. Venía con una felicidad en la cara, porque se le había permitido cruzar el cerco y acercarse a mi cama. Dios me dejó ver toda la escena en sueños; y vino aquel espíritu y me sacudió, pero no muy fuerte, porque Dios seguramente le dijo que solo hasta ahí. Yo no vi lo que Dios le dijo, pero me di cuenta de cómo venía el demonio, con esa alegría porqué se le hubiera dado permiso para venir a despertarme. Yo entendí perfectamente que Dios le había dado permiso, porque yo no había atendido cuando seguramente sus ángeles buenos querían que yo me despertara a orar. Después les voy a contar otras anécdotas; y ustedes, de seguro, tienen varias que después pueden servir para ilustrar; no para doctrina, pero solamente para tomar conciencia de la intervención de ese mundo espiritual acá. Cuando no damos oído a la verdad, Dios permite la operación de espíritus de error, como sostiene el apóstol Pablo (2Tes.2:9-12).
Mano.-
Entonces sigamos acá con Job y volvemos allí. Y dice, verso 12 de Job 1: “Dijo Jehová a Satanás, he aquí todo lo que tiene está en tu mano”; o sea que a veces la mano de Satanás puede posarse sobre lo que uno tiene. Hay que entender que estamos en una guerra. A veces no son las cosas solamente naturales; y eso es lo que quiero enfatizar; esa es la primera carga de lo que estamos tratando en esta noche. Que el Señor abra nuestros ojos para discernir que detrás de cosas que parecen naturales, a veces, o por una falla nuestra, o por un permiso de Dios, Satanás puede cruzar, controlado, el cerco que Dios nos ha prometido.
Escrito está que a los que aman a Dios, el ángel de Jehová acampa alrededor de ellos y los defiende. O sea que hay un trabajo de los ángeles a nuestro favor: acampar a nuestro alrededor y defendernos del ataque de Satanás; hacer un cerco alrededor de nosotros, nuestros hijos, nuestra familia, nuestros bienes, en fin, nuestros viajes, etc. Pero llamo la atención a esto: Dios le dijo en esta ocasión particular de Job, y que seguramente no fue la única vez en que sucedió de esta manera, sino que suele acontecer así, que dijo esta frase: He ahí en tu mano, Satanás, lo que tiene lo que tiene Job. Como decir, sus propiedades, su familia, sus circunstancias; están en tu mano. Así que Satanás puede actuar sobre las propiedades a veces, túa sobre la familia a veces, o sobre las circunstancias a veces, o sobre acontecimientos a veces, y nosotros no discernimos a veces que detrás de determinadas circunstancias, o determinado acontecimiento, o propuesta, o situación equis o ye, está Satanás con su mano, está la mano de Satanás.
Para pronunciamiento.-.
Pero estamos hablando de la guerra, y necesitamos comprender que detrás de lo que a veces parece meramente natural, Satanás es muy astuto para disfrazarse; y vamos a ver aquí unos ejemplos. Sin embargo, aunque está él, nosotros debemos saber que estamos en guerra, y que estamos allí en medio de esa situación para pronunciarnos claramente a favor de Dios y en contra de Satanás.
Acontecimientos,-
Entonces, dice el verso 12 de Job 1, al final: “Y salió Satanás de delante de Jehová. Y un día aconteció...” ¿Ve? acontecimientos. Vamos a ver cuál fue este acontecimiento. .”...Aconteció que sus hijos comían y bebían vino en casa de su hermano el primogénito y vino un mensajero a Job y le dijo: Estaban arando los bueyes, y las asnas paciendo cerca de ellos, y acometieron los sabeos...”. Ah! Uno podría pensar; bueno, esas fueron cosas de los sabeos; pero lo que el Espíritu Santo quiere mostrarnos en este contexto no es lo que pueden hacer los sabeos, sino lo que puede hacer Satanás con los sabeos. Satanás puede usar a los sabeos. Satanás es capaz de inspirar una horda para acometer contra un grupo de personas; él es capaz de hacer eso; si no sucede siempre es porque el cerco del Señor está ahí, y el ángel del Señor nos defiende; pero hay que saber lo que sí es capaz de hacer Satanás, inspirar una horda. Y a veces, hermanos, los espíritus se mueven en los clanes, y en los grupos, y debemos discernir si es Satanás; y al discernirlo, reprenderlo, porque el Señor nos dio la autoridad. Él nos dijo: “Os doy potestad de ollar serpientes y escorpiones y sobre toda la fuerza del enemigo y nada os dañará”, “En mi nombre echaréis fuera demonios” (Lc.10:19; Mr.16:17b).
Pero los demonios, a veces, aparecen directamente; o a veces solamente a través de escorpiones, o tarántulas, o serpientes, o mosquitos, y te salen almorranas, o ésto o aquello. Y pensamos que son solamente cosas naturales; y sí, claro, acontecen en el ámbito de lo natural; pero su inicio es de otra dimensión. En este caso aquí, fueron los sabeos; acometieron los sabeos y los tomaron, y mataron a los criados a filo de espada; solamente escapé yo para darte la noticia. Pero la cosa no terminó ahí.
“Aún estaba éste hablando cuando vino otro que dijo: Fuego de Dios cayó del cielo...”, fenómenos raros; Satanás es capaz de hacer caer fuego del cielo; no sabemos si se refería a un rayo o a algún relámpago, o a algo peor. De ahí que en Apocalipsis se nos habla de ese falso profeta que hará caer fuego del cielo. Lo que hizo Elías de parte de Dios, también lo puede hacer Satanás por permiso de Dios. ¿Para qué estamos haciendo un seguimiento lento de esto? Para que sepamos acerca de lo que a veces Dios le permite hacer a Satanás, y que él quisiera hacer mucho más; solo que Dios no lo deja; pero a veces lo deja; y lo deja porque la culpa es nuestra; si nosotros no le pedimos que nos guarde y que no nos meta en la tentación, sino que nosotros mismos salimos y abrimos la puerta, entonces nosotros mismos estamos renunciando al cerco que Dios tiene alrededor nuestro. Es como si estuviéramos flirteando con algunos demonios.
En este caso cayó fuego del cielo que quemó a las ovejas y a los pastores y los consumió; solamente escapé yo para darte la noticia. Fuego del cielo, era Satanás. Otro caso. “Aún estaba éste hablando, y vino otro que dijo: Los caldeos hicieron tres escuadrones...” Ya no solamente es un clan de los sabeos, sino tres escuadrones de caldeos; Satanás es capaz de dirigir la formación de un ejército. En Apocalipsis dice que de la boca del dragón y de la boca de la bestia salieron tres espíritus inmundos que van a los reyes de la tierra para reunirlos para la batalla del gran día del Dios todopoderoso. Eso es Satanás, con sus espíritus, obrando en la globalización del mundo, obrando en la economía mundial, obrando en la interdependencia económica, obrando en el sistema de la banca, en el sistema swift de transferencia electrónica de fondos, en la organización del comercio, en la globalización política y económica, en el ecumenismo; espíritus alrededor de la tierra trabajando por lo alto con los que tienen poder de decisión, con los reyes, para reunirlos contra el Señor y su ejército.
Cosas que uno piensa que no tienen nada que ver con Satanás, que son apenas naturales, y que hasta, incluso, parecen muy prácticas, no es así. Detrás de eso que parece tan pragmático, como tener una tarjeta de crédito, hacer transferencia electrónica de fondos, quién va a pensar que por allí haya una trampa de Satanás. Pero la Biblia dice quiénes son los que están reuniendo al mundo a través de la interdependencia, de la globalización, ecumenismo, movimientos políticos, movimientos económicos, movimientos religiosos dirigidos por Satanás, inspirados por espíritus; espíritus que son los verdaderos gobernadores de las tinieblas de este siglo.
Por lo tanto, no debemos dejarnos engañar por las cosas que acontecen; necesitamos de Dios discernimiento de espíritus; y la palabra de Dios es la que discierne los pensamientos y las intenciones del corazón. Debemos ser uno con el Señor y su palabra para poder tener discernimiento. Si no conocemos al Señor y su palabra, no tenemos discernimiento. Debemos ser uno con el Señor y su palabra.
Siguiendo el otro ejemplo, el de los tres escuadrones, “y arremetieron contra los camellos y se los llevaron...”; espíritus de robo; no es solo el ladrón el que roba; un espíritu induce al ladrón a robar, y hasta es capaz de darle inteligencia sobrenatural para hacer cosas que para otros son difícil. Satanás vino para robar, matar y destruir. Luego se dice: “...y mataron a los criados a filo de espada y solamente escapé yo para darte la noticia. Entretanto que este hablaba, vino otro que dijo: Tus hijos y tus hijas estaban comiendo y bebiendo vino en casa de su hermano el primogénito; y un gran viento...”; ah, un viento. Operando en la naturaleza, un huracán, un vendabal, un gran viento; pero no es solamente cuestión de temperatura; este era Satanás. Satanás también se aprovechó de que el Señor Jesús estaba durmiendo en la barca, y con la intención de ahogarlo a él y a sus discípulos, levantó una tormenta en el mar, y se anegaban; y el Señor estaba durmiendo; y cuando ellos despertaron al Señor: Señor ¿no te da cuidado que perecemo?! El Señor se levantó y reprendió a los vientos, y los vientos se calmaron y vino una gran bonanza. Hermanos, detrás de fenómenos aparentemente naturales, también puede estar Satanás. Detrás de un viento, detrás de un huracán; puede ser un terremoto, pueden ser cosas que Dios le permite hacer. Y dice acá: “…y un gran viento vino del lado del desierto y azotó las cuatro esquinas de la casa, la cual cayó sobre los jóvenes y murieron; y solamente escapé yo para darte la noticia”.
Doctrinas.-
Leí estos ejemplos aquí, pero estos son solo ejemplos; hay muchas otras maneras como él trabaja. Pablo enseña a Timoteo. Pueden verlo conmigo en la primer epístola de Pablo a Timoteo, en el capítulo 4 y después. Si ustedes toman una concordancia, y empiezan a buscar la palabra “espíritu”, con minúscula, cuando se refiere a los espíritus malignos, ustedes se van a dar cuenta de cuántas clases de espíritus hay, y cuántas cosas producen los espíritus en el mundo de los hombres. Cosas que parecen naturales y no lo son. Los espíritus se mimetizan para no ser descubiertos y no ser reprendidos ni resistidos, hasta esclavizar. Por ejemplo, dice 1 Tim. 4:1: “Pero el Espíritu... (este es con mayúscula, es el de Dios), el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios...” Espíritus engañadores y doctrinas, también doctrinas! Satanás también es filósofo, teólogo, psicólogo, teórico, filósofo de la ciencia, filósofo de la historia. Doctrinas, enseñanzas, sistemas, esquemas, interpretaciones, pero de demonios. Y en el ámbito religioso, uno pensaría, bueno, si es Satanás, me va a decir que me vaya a las casas de citas, a gastarme el dinero en prostitutas, en trago, en drogas; pero no siempre viene así. Mírelo cómo viene aquí: Doctrinas de demonios; usando la hipocresía de mentirosos que teniendo cauterizada la conciencia...”, utiliza la hipocresía y utiliza las conciencias cauterizadas; espíritus utilizando conciencias humanas que no funcionan en el Espíritu Santo. Si tu conciencia no tiene la misma voz del Espíritu Santo, puede ser influenciada por espíritus, a veces para ponerte escrúpulos exagerados, fobias; mire lo que estos espíritus enseñan: prohibirán casarse, el celibato, y a veces no solo voluntario sino obligatorio; claro, como Satanás sabe lo que puede hacer un reprimido, pero el reprimido no lo sabe, entonces a Satanás se le ocurre hacerlos célibes para después volverlos homosexuales o cualquier otra cosa, o fetichistas; mandaran abstenerse de alimentos que Dios creó, abstinencias; y quién va a pensar que esos sacrificios espirituales, abstinencia, celibato, eran inspirados por demonios. Cosas religiosas producidas por demonios. Si la persona no conoce al Señor y no conoce su palabra, está propensa a muchas ocurrencias.
Legalismo y religiosidad.-
Hermanos, ¿por qué estamos hablando de esto en la guerra? Hay que examinar las ocurrencias que te vienen a la mente. Satanás está en los aires, y a veces pone pensamientos que no son tuyos, pero te hace creer que eres tú; porque si tú sabes quién es, tú lo vas a rechazar. Entonces él conoce qué es lo que a ti te gusta, y te rasca donde te gusta. Y un demonio, lo más parecido a tus pecados, viene con algunas propuestas; ahí estamos siendo probados; y en el ámbito religioso también estamos siendo probados.
Fíjense, por ejemplo, en lo que dice aquí en Deuteronomio capítulo 13: En el ámbito religioso, leíamos ahí en Timoteo que habla de espíritus engañadores y doctrinas de demonios; y esas doctrinas de demonios eran para tratar de apartar de la fe a la gente y poniéndola a confiar en prácticas religiosas de justicia propia, que no se come esto, que si se come aquello, que no se case, que sea célibe, que no mire, que no toque; rudimentos; que entonces con esas prácticas vas a ser más limpio, vas a merecer más cosas. Pero olvidando que la única manera de ser limpio es que el Señor te perdone con su sangre y te fortalezca con su gracia. Pero Satanás te aparta de la fe en el Señor, y te guía para que tú pongas tu fe en tus propias prácticas, y no dependas del Señor, sino de que hay que poner la vela en tal esquina, y usar tal color, y la otra vela de otro color, y dormir debajo de una pirámide, etc.. Muchas ocurrencias de demonios; y la gente lo hace con una gran mística, y no sabe quién los está engañando con doctrinas de demonios.
Y también dice, como ya recordamos, la palabra de Dios que porque no recibieron el amor de la verdad, que es Cristo y la Biblia, para ser salvos, entonces viene operación de error para que crean la mentira. No es indiferente rechazar la verdad. Rechazar la verdad es darle permiso a la mentira. Una persona que rechaza la verdad es una persona que fue entregada a operación de error, a espíritus de los aires que operan en los hijos de desobediencia; operación de demonios entre los seres humanos.
Entonces, continuando con Deuteronomio 13:1 “Cuando se levantare en medio de ti profeta, osoñador de sueños, y te anunciare señal o prodigios...” ¡ay!, hoy nosotros pensamos que si es profeta ya basta, que si son sueños ya basta, que si son señales y prodigios, ya basta. ¡No basta, no basta, no basta! No todos los profetas son verdaderos, no todos los sueños son de Dios. Satanás también tiene a veces acceso a los sueños, y a veces te ataca en pesadillas, y no es solamente por culpa de los frijoles, sino por espíritus que a veces atacan; a veces entras en contacto con algo inmundo, no te guardaste para el Señor, y tuvieron acceso determinados espíritus de pitonisa, o de sexo, o de suicidio, etc., y la persona empieza a ser acosada con sentimientos y con pensamientos; y al principio la persona dice, pero ¿qué es lo que me pasa? y no sabe que son espíritus.
Y aquí, en el ámbito religioso, dice Deuteronomio 13, y después pasaremos otra consideración, si Dios nos lo concede: “...Y si se cumpliere la señal o preodigio que él te anuncio...” o sea que es posible que se anuncie un prodigio y el prodigio se cumpla, y sin embargo no es de Dios; todavía no debe considerarse como de Dios; si se te anuncia una señal o un prodigio, y se cumple, dice La Escritura, pero con cualquier otra intención, como diciendo: “...Vamos en pos de dioses ajenos, que no conociste, y sirvámosles...”; te está llevando a extravíos e infidelidades a través de esas experiencias místicas producidas por demonios con la intención de apartarte del único Dios verdadero revelado en el Mesías Jesucristo según las Sagradas Escrituras. Todo lo que te aparte del Único Dios revelado en Cristo según la Biblia, te está tratando de llevar a otros dioses; o sea a espíritus rebeldes.
Entonces continúa diciendo en el verso 3: “no darás oído a las palabras de tal profeta ni al tal soñador de sueños; porque Jehová vuestro Dios os está probando para saber si amáis a Jehová vuestro Dios de todo corazón.” ¿Qué pasaba con Job? Estaba siendo probado. ¿Qué pasaba con Simón Pedro? Estaba siendo probado. ¿Qué pasa con la iglesia? Estamos siendo probados. A veces se presentan situaciones confusas en la iglesia; vienen doctrinas, o a veces sentimientos, y no nos damos cuenta de que estamos siendo probados, que Dios ha dado un permiso para que se pronuncien las personas y sea manifiesto lo que son.
Aprobación.-
Dice primera a los Corintios que es necesario, y esa palabra “necesario” es muy seria, es necesario que vengan tropiezos, disensiones, para que se hagan manifiestos los que son aprobados (1Cor.11:19). Es necesario que a través de muchas tribulaciones entremos al reino de Dios, por el cual así mismo padecéis; sí, para que seáis tenidos por dignos del reino por el que padecéis. O sea que existe esta situación espiritual, y debemos saberlo, debemos tener conciencia de esto.
Falseando la personalidad.-
A veces el maligno viene detrás de cosas que parecen nimias, un viento, una saeta de enfermedad, un accdidente, un grupo, una doctrina, una enseñanza, un sueño, una profecía, un sentimiento, una obsesión, una distracción, a veces puede ser un enamoramiento fuera de lugar, muchas veces producido por espíritus. Los espíritus tienen la capacidad de falsear la personalidad y poner en tu pensamiento un pensamiento que no es tuyo; y a veces te atormenta, a veces puede ser un pensamiento de locura, o puede ser un pensamiento de suicidio, o puede ser un pensamiento de alguna cosa abominable, o pornográfica, o blasfema, o cualquier otro tipo de obsesión, y la persona no sabe lo que le está pasando, y no entiende quién es, y piensa que es ella misma, pero son espíritus. A veces pueden meterte un sentimiento que no es el tuyo; a veces te enamoras de la mujer de otro, o del esposo de otra, y es porque un espíritu te transmitió eso para que tú creas que eres tú.
No voy a decir nombres propios, aunque no fue aquí en Colombia. Una hermana casada, que amaba mucho a su marido, tuvo, durante diez años, una “locura” que se le metió por un hermano, un obrero del Señor; y se le metió un enamoramiento loco; pero ella decía: ¿qué pasa con esto?, no lo puedo soportar; a la hermana le sudaban las manos, no sabía qué hacer. Pero yo amo a mi esposo, decía; ¿por qué es esto? Durante diez años tuvo ese problema la hermana, hasta que un día habló con su esposo, y su esposo habló con este hermano, que es un siervo de Dios, y conversaron los tres, y reprendieron a Satanás y se acabó el problema, porque era Satanás falseando la personalidad, metiendo sentimientos que no eran los de Dios, metiendo pensamiento que no son los de Dios. A veces mete temores, a veces mete chispazos, doctrinas, iluminaciones; todo eso es del mundo de los espíritus; y en la guerra, es necesario saber esto, discernirlo y enfrentarlo en el nombre del Señor Jesús, y pronunciarnos en unión con Cristo, por Cristo. Decir: Satanás, sé quién eres, yo sé lo que quiero con Cristo y lo que Cristo quiere para mí, yo quiero eso; no te metas conmigo; y das tu pronunciamientoen el nombre del Señor, unido a cristo en su victoria en lugares celestiales, por la fe, y Satanás tiene que irse. Resistid al diablo, y huirá de vosotros.
A veces en las relaciones de amistad se infiltra Satanás. Ustedes recuerdan el caso del afecto de Pedro por el Señor Jesús. Un sentimiento de amistad que parecía noble: Señor, ¿cómo vas a ir a Jerusalén para que allá, como tú has dicho, te humillenr y te traten mal, y te van a matar, ten cuidado de ti mismo! Parecía un amigo; y Jesús sabía quién era el que estaba detrás, y le dijo, apártate Satanás; no era solo Pedro. Pedro no era Satanás, pero estaba actuando como canal de Satanás sin darse cuenta; y ¿qué estaba usando Satanás? Sus sentimientos nobles naturales. A veces unos consejitos basados en lo natural de la mamá, del papá, de la familia, son usados por Satanás, y parecen buenos consejos, y no lo son, si no vienen del Espíritu, según la Biblia; no son de Dios. Apenas sentimentalismo. A algunos Satanás los ataca con sentimentalismos, por el niño, por la niña, por el esposo, por la esposa, por los padres, por los amigos, para presionarlos y apartarlos del Señor y su palabra. Se puede mimetizar en pensamientos, y se puede mimetizar en sentimientos; a veces se mimetiza en enfermedades.
Enfermedad.-
Jesús una vez tuvo que reprender un demonio de enfermedad, y una pobre mujer, que estaba jorobada, se enderezó; así que no era solo una joroba natural, sino inducida por un espíritu, y el Señor Jesús tuvo que luchar mucho contra los espíritus, y los echaba fuera, y a él lo reconocían, ya no se mimetizaban, sino que se manifestaban abiertamente, porque no lo podían engañar.
Hay algunas personas aquí presentes que conocen conmigo un caso de primera mano entre nosotros. Una mujer, antes de conocer a Cristo, un espíritu tomó posesión de sus manos; la persona no perdió la mente, pero no podía controlar sus manos; se ponía a hacer cosas raras, y muecas, y cosas, pero no perdió la mente. Dios permitió que no perdiera la mente para que viera lo que puede hacer Satanás, y luego comprendiera al Señor Jesús y se salvese. Las muecas y distorsiones que hacía todavía no tenían carácter satánico; parecía apenas una enfermedad de los nervios; pero entonces llamó a una amiga cristiana; ahora sí, después de no tener solucion en otras partes, ahora sí llamó a su amiga cristiana; y esa amiga nos llamó a unos hermanos, y fueron a visitar a esta persona en su casa. En el momento en que entraron por la puerta, inmediatamente aquellos movimientos descontrolados y sin sentido de la persona, inmediatamente, tan pronto aparecieron los hermanos, tomaron carácter abierta y específicamente satánico. Empezó a hacer símbolos de Satanás que no hacía antes, y a levantarse arrogantemente contra Dios y contra el cielo. Cuando se le reprendía, diciéndole a Satanás, estás reprendido en el nombre del Señor Jesús y bajo las plantas de Sus pies, en seguida se venía al suelo postrada boca abajo. Los movimientos cobraron sentido abiertamente demoníaco. Hay testigos aquí presentes de que esto sucedió de esta manera. Al principio, antes de la llegada de los hermanos, parecía que eran movimientos simplemente de descontrol y sin sentido; pero cuando llegaron los hermanos, qué bien controlaba ahora los símbolos satánicos; no era simplemente un descontrol del sistema nervioso, eran espíritus; claro, que afectan también la parte física. Cuando el Señor fue recibido por esta persona y el Señor la salvó, también la liberó de esos espíritus. Pudo haber quedado con un problema físico como secuela, pero los espíritus estaban y se manifestaban como tales, con un lenguaje propio de ellos, con símbolos propios de ellos, con actitudes propias de ellos que no tenían,hasta que los hermanos llegaron al lugar. Tan pronto entraron los hermanos, inmediatamente se definió perfectamente el espíritu. Es una guerra; parecía una enfermedad de los nervios.
A veces te da diarrea en el momento equivocado, o te da dolor de cabeza en el momento equivocado, o te llega la cuenta en el momento equivocado, y nosotros no nos damos por enterados y caemos en la trampa.
Mimetización.-
Hermanos, esto que estamos hablando es para la guerra, para discernir en dónde se mimetiza el enemigo, y ser aplomados y enfrentarlo, saber quién es, y que él también sepa quién eres tú en Cristo, escondido con Cristo en Dios, por la gracia, por la fe, sentado con Cristo en lugares celestiales. Debemos decir: Satanás, no te quiero en mi camino; te apartas ya en el nombre del Señor Jesús. Y no es necesario que lo digamos cincuenta vez; basta una vez, con dos veces es suficiente, manteniendo la fe y el rostro en el Señor, porque no es en tu nombre, sino que es en el Nombre del Señor Jesús. No es tuya la guerra, es del Señor. Simplemente remites elo enemigo al Señor, y lo dejas en Sus manos. El enemigo va a querer que no creas, y pretenderá amedrentarte, pero tú sabes en quien has creído y continúas confiando.
Entonces, hay muchas cosas en el ámbito religioso, en el ámbito de los sentimientos, en el ámbito de los pensamientos. A veces provoca también accidentes. No todos los accidentes son meramente cosas físicas ni materiales; algunos son producidas adrede por Satanás. A veces también te da sueño cuando estás oyendo la palabra de Dios, pero te despiertas tan pronto comienza la telenovela.
Permítanme que les cuente otra anécdota. Otra vez me dejó ver el Señor a otro demonio que me hacía dormir para impedirme orar. Yo vivía en ese tiempo en Argentina, en la ciudad de Salta; y a una cuadrita y poco de donde yo vivía, pasaba la carretera circunvalar; y había más allá un montecito a donde acostumbraba ir a orar. Pero, cuando me ponía a orar, me venía un sueño, un sueño, un sueño, como para hacerme dormir. Hasta que un día el Señor me dejó ver el demonio que me hacía dormir. Era un demonio que flotaba en los aires como una tela negra; pero le vi la cara y las manos cuando me hacía pases mágicos en la frente para dormirme, como si me estuviera hipnotizando. En el mismo momento en que me dormí, el Señor me dejó ver al demonio hipnotizándome; inmediatamente lo reprendí y se me pasó el sueño; no solamente se fue el demonio, se fue también el sueño; Dios me dejó ver al demonio que me hacía dormir. Estas anécdotas no son para que se pongan paranoicos, sino para que confiadamente, dependiendo de la gracia fiel del Señor, estemos alertas y hechemos fuera los demonios en el nombre de Jesucristo.
Dardos.-
En otra ocasión, acabábamos de terminar una reunión bellísima. Pongan atención, porque el diablo va a querer molestar cuando termine el campamento para neutralizar sus efectos. Si no pudo impedir que vinieras, va a querer que pierdas el efecto. Pero si estás alerta, vigilando en confianza, vas a saber a quién reprender y qué guardar. Habíamos tenido una reunión bellísima en la casa de unos hermanos; y al lado de la casa había un baldío lleno de malezas. Cuando salimos de la casa, felices de una reunión muy edificante, el Señor me dejó ver en cuestión de segundos, que me demoro más en contarlo que la cosa en suceder, a un demonio en forma de remolino de agitación psíquica, que salió disparado desde ese lote baldío, de debajo de un montón de maleza, y se vino directamente hacia uno de los obreros, y lo tocó, y le contagió la agitación psíquica, de manera que este obrero le habló a su compañero en un tono fuerte. Cuando se dio cuenta por el Espíritu Santo que se había excedido en el tono, entonces se detuvo y se retrajo; pero entonces el demonio salió de él y se pasó al otro, y éste otro respondió con brusquedad. Aquel demonio quiso provocar un problema, una discusión, para destruir el efecto de la reunión. El Señor me lo dejó ver con estos ojos; un diablito, así, pequeñito, en forma de remolino de agitación psíquica, para trasmitir agitación y provocar una pelea.
No piense que los problemas matrimoniales son solamente cuestión de hombre y mujer; también hay diablitos que hacen ese trabajo; te impulsan para decir una cosa, y luego pasan al otro para que le conteste, y se arme el problema, y se agiten y empiecen a discutir y a pelearse. Tu problema no es con tu esposa, o con tu marido, o con tus niños, o con tu vecino solamente; debes saber quién entró en el ambiente. Reprende a Satanás en el nombre del Señor Jesús, y se calma el problema, y todo volverá a estar tranquilo.
Algunos hermanos recuerdan que una vez íbamos a tener una reunión en casa, y justamente faltando un minuto para la reunión, empezaron a llegar muchos hermanos, y un hermana, tratando de traer una silla, se le cayó la silla por la escalera, y el hermano mismo se resbaló. Comenzó a cargarse el ambiente. Luego, justamente una persona muy querida viene y te dice unas cositas en un tonito como para descomponerte, como para que no puedas predicar. Cuando se comenzó a predicar, de pronto un señor que vende huevos, se paró frente a la ventana con el megáfono para vender con alta voz, interrumpiendo y estorbando la predicación. ¡Huevos a cien pesos! No se podía oír. Parecería que era solamente un problema de carácter, de venta de huevos, de accidente; pero todas las cosas se juntaron para estorbar la reunión. San Pablo dice que Satanás a veces estorba; dice: muchas veces quisimos ir a vosotros, pero Satanás nos estorbó. Y a veces nos dejamos estorbar.
Estorbando.-
Hay una hermana aquí presente, de la cual no voy a decir su nombre, a menos que ella misma quiera luego contarlo; con un grupo de hermanos se estaban haciendo unas transcripciones de unas charlas, y a cada cual se le encomendó un casete; y a esa hermana se le encomendó también un casete; precisamente el que trataba de cosas fundamentales; pero justamente se le perdió el casete, y no se podía completar el libro para publicarlo, y la persona estaba tan avergonzada porque había recibido ese casete con tanto cariño y con tan buena voluntad para hacer la trascripción, pero ahora se le pierde el bendito casete, y no sabe dónde está a pesar de buscarlo minuciosamente. Lo buscó para arriba y para abajo y no aparecía. Hermanos, a veces también Satanás sabe esconder las cosas que se necesitan para el servicio de Dios. La persona toda avergonzada me dijo: me da una vergüenza porque justamente el casete que me encomendaron se perdió, y no lo hemos encontrado, y lo he buscado por todas partes, pero sin éxito. Entonces le dijimos: sabemos quién lo tiene; vamos a orar. ¡Satanás, en el nombre del Señor Jesús, devuelve ese casete inmediatamente! La hermana volvió a su casa y encontró el casete al instante. ¿Dónde estaba escondido? Era porque Satanás quería estorbar.
Una vez el herman Roujet de Río de Janeiro estaba grabando una conferencia de un tema muy necesario para aquella coyuntura. La máquina estaba lista, igualmente el micrófono; todo estaba en orden, pero la grabadora grabó apenas el ruido de los buses y las motos, de los carros, de los perros, de los niños llorando, pero no grabó la conferencia. Grabó, sí, hasta las risas, los ladridos, los ruidos, los murmullos, los aviones que pasaban, todo, menos la conferencia. No estoy inventando estas cosas.
A la imprenta Betania, que publica muchos libros, y usa una máquina perfecta, se le encomendó un determinado libro; pero justamente ahí se les quebró la imprenta. Estoy dando uno que otro ejemplo para ilustrar muchas otras cosas que no se están diciendo. En la guerra hay que discernir que detrás de cosas que parecen naturales, muchas veces hay demonios estorbando. Esa es la guerra que se pelea durante la edificación. Para vivir en Cristo y edificar Su cuerpo, se debe pelear esta guerra. El dragón esta listo para devorar al niño varón de la mujer en parto tan pronto nazca. Pero el Señor es Todopoderoso y lo arrebata para Su reino.